Según la Ley 1581 de 2012, toda empresa, organización o persona —incluidos los proveedores de internet (ISP)— debe pedir tu permiso claro y explícito antes de recoger, guardar o usar tu información personal.

Este permiso se llama consentimiento informado, y significa que tú debes saber:

• Qué datos van a usar (por ejemplo, tu nombre, dirección IP o historial de navegación).
• Para qué los usarán.
• Durante cuánto tiempo los almacenarán.
• Cómo puedes pedir que los borren o corrijan.

🔍 Ejemplo práctico:

Cuando te conectas a una red wifi o te registras en una página web y te piden aceptar los términos y condiciones, debes fijarte si están solicitando usar tus datos personales. Si no estás de acuerdo, tienes derecho a negarte o a pedir más información.

La Ley 1581 de 2012 también establece que quienes recojan o almacenen tus datos personales están obligados a mantenerlos en secreto. Es decir, no pueden compartir, vender ni divulgar tu información sin tu autorización previa.

Esto aplica tanto para empresas como para instituciones públicas o privadas que manejen bases de datos con información sensible.

✅ ¿Qué significa esto para ti?

Significa que tus datos son privados y nadie puede hacer uso de ellos con terceros —por ejemplo, vender tu número de celular o tu historial de navegación— sin que tú lo sepas y lo apruebes.

🔍 Ejemplo práctico:

Si te inscribes en un curso virtual y luego empiezas a recibir llamadas de otras empresas ofreciendo productos, podría ser una violación a la confidencialidad de tus datos si tú no autorizaste que compartieran esa información.

De acuerdo con la Ley 1581 de 2012, todos los ciudadanos tienen derechos sobre sus datos personales. Esto significa que tú puedes:

• Acceder a la información que una empresa o entidad tiene sobre ti.
• Corregir los datos si están incompletos, desactualizados o errados.
• Eliminar tu información si ya no es necesaria o si no diste autorización para que la usen.

Estos derechos aplican en cualquier situación donde tus datos sean recolectados, ya sea en una tienda, un sitio web, una red social o una institución educativa.

🔍 Ejemplo práctico:

Si alguna plataforma digital guarda un número de teléfono que ya no usas o tiene mal escrito tu nombre, puedes solicitar que lo corrijan o lo eliminen. También puedes pedir que borren tus datos si ya no deseas seguir usando ese servicio.

Según la Ley 1581 de 2012, los proveedores de servicios de internet (ISP) y cualquier entidad que maneje datos personales tienen la obligación de proteger esa información mediante medidas de seguridad.

Esto incluye usar herramientas técnicas (como antivirus, firewalls o cifrado) y procesos administrativos (como políticas de privacidad y control de accesos) que eviten que personas no autorizadas accedan, roben o manipulen tus datos.

✅ ¿Por qué es importante?

Porque todos los días compartimos información sensible al conectarnos a internet: datos bancarios, contraseñas, fotos, mensajes… y sin seguridad, esa información queda expuesta.

🔍 Ejemplo práctico:

Cuando navegas desde tu casa, el proveedor de internet debe contar con sistemas que ayuden a prevenir ciberataques o que bloqueen accesos sospechosos a tu red. Lo mismo aplica para sitios web o plataformas que usan tus datos: deben asegurar que no caigan en manos equivocadas.